HANGOVER
"Prohibida de recordar, atemorizada de olvidar"


Edward POV

"Vamos a ir al cine"… Había dicho Bella de la manera más natural, como si estuviera comentando el clima… "¿Y acaso esperaba que me quedara de brazos cruzados?"

Volví a tocar insistentemente la puerta… "¿Por qué diablos se demoraba tanto?". Lo único que me faltaba era que se le hubiese ocurrido salir a última hora. La paciencia se me estaba agotando para cuando estaba a punto de bajarme la puerta a golpes…

-¿Quién diablos…? – Rosalie había tirado de la puerta toda furiosa – Edward… – dijo entre frustrada y exasperada… "¡Maldición! ¿De dónde sacó ese bate?"

-Yo… este… ¡lo siento! – dije con las manos en alto- pero… ¿está Emmet? – estaba acobardado al ver que sostenía el bate como si fuera un arma mortal.

-Pasa – me dijo dirigiéndose a la sala, yo me limité a seguirla, estando aún nervioso porque en ningún momento soltó el bate – será mejor que tomes asiento – me dijo soltando un suspiro – lleva encerrado en el baño más de media hora – dijo mientras rodaba los ojos.

-¿Está bien? – dije nervioso ya que se comenzó a mover de manera peligrosa, de un lado a otro.

-No lo sé… no me quiere abrir la puerta… - nos quedamos en silencio mirándonos frustrados… "no tenía tiempo para estas tonterías… el chucho a estas alturas debería estar yendo por Bella"

Una serie de ruidos hechos por cosas al caer acaparó toda nuestra atención. Ambos corrimos al baño principal de donde había provenido el escándalo. Al llegar pudimos escuchar a Emmet proferir una injuria.

- ¿Emmet estas bien? – pregunté alarmado.

-¡Abre esa maldita puerta! ¡AHORA! – grito Rosalie desesperada.

-Emmet… hazle caso… tiene un bate – le advertí, al fondo pudimos escuchar su risa algo amortiguada y cosas siendo movidas a su paso. Lo último que pudimos escuchar fue el sonido del retrete al pasar el agua.

Poco a poco la puerta se fue abriendo para revelar a un Em todo empapado en sudor, que se veía cansado y nervioso. Pero estaba bien, lástima que no podía decir lo mismo del pobre baño, parecía que un huracán hubiese pasado por ahí.

-Oso… qué diablos… - empezó a decir Rosalie perpleja.

-¿Em, qué fue eso? – pregunté al ver que se comenzaba a poner nervioso por la reacción de Rose.

- – dijo todo de paporreta

-Un qué… - preguntó Rose alarmada.

-Un funeral – volvió a musitar Em.

-¿Un funeral? – volví a repetir con el ceño fruncido al ver que Emmet miraba de forma nostálgica al wáter.

-No tengo suerte con los animales que tienen el hábito de comer – murmuró para si mismo, pero lo suficientemente alto como para poderlo escuchar.

-¡Oh, mi oso! – dijo Rose apenada soltando el bate - ¡Espera! – dijo reaccionando – Tú… eso… ¿en el baño?…

¡Genial! ¡Genial! ¡Genial! Lo único que me faltaba era verme involucrado en un asesinato y el funeral de la mascota de mi mejor amigo.

La vena de la sien de Rose comenzó a palpitar peligrosamente, mientras se acercaba a Em… "¡Bien! ¿Ahora qué hago? ¿Corro? Uhmmm… dejarlo no es una opción"… mientras me debatía internamente sobre mis compromisos como amigo y familia, el celular de Rose comenzó a sonar. Pude ver cómo se debatía entre matar a Em o contestar la llamada. Al final se inclinó por ésta última.

-Alice… - dijo entre dientes – no… ahora no puedo. ¡Pero Alice!... ¡NO, ni se te ocurra!... ¡Ok! Estoy yendo para haya – dijo para luego colgar.

-Tu y yo tenemos una conversación pendiente – dijo apuntando a Em con su celular.

Los minutos que pasaron hasta que la vimos desaparecer por la puerta, parecieron eternos. Ninguno de los dos nos atrevimos a romper este silencio por el miedo a que regresara. Al final me arme de valor…

-¿Quién fue esta vez? – dije tratando de acabar con la tensión.

-Godzilla… - dijo melancólico.

-¿Tu Gold fish? – dije después de meditarlo un poco, mientras que el se dirigía a su cuarto. Me detuve al ver que se metía en su armario, que era del tamaño de una pequeña sala de estar.

-Si… - dijo desde adentro. Lo pude escuchar mover cosas y comencé a preguntarme qué tenía planeado ahora.

-¿Qué demonios es eso? – dije espantando al ver que salía sosteniendo una pecera con su nueva adquisición, mientras murmuraba "Esta vez no me voy a olvidar".

El pez… ¿era un pez?... supuse que si, pero realmente era horrible. Tenía tumores por toda la cabeza, haciéndolo más deforme aún.

-Lo ofendes – dijo Em indignado – no es una cosa – que rápido le cambió el humor, momentos antes había estado melancólico por la muerte de Godzilla, y ahora estaba radiante sosteniendo a esa cosa - Se llama Pepón (N/A: en mi país se dice "Pepon", cuando tienen pinta o mejor dicho son simpáticos, agraciados, guapos o cómo lo quieran decir ^^) y es un Gold fish Oranda.

-¿Pepón? – "¡Claro! Sólo a Em se le podía ocurrir ponerle ese nombre" pensé - ¡Emmet! Bella te advirtió que Godzilla sería tu última mascota.

-Ella no se va a enterar… - dijo tratando de convencerse a si mismo, mientras colocaba a la cosa sobre el buro de su cuarto.

-¿No se lo piensas decir? – pregunté incrédulo.

-No… bueno… si… es decir, se lo diré cuando sea el mejor momento – dijo tomando la pecera del buro y saliendo con este a la sala - ¡Aquí! – dijo colocándola sobre una repisa en la esquina de su sala.

Me preguntaba cómo reaccionaría Bella cuando vea a esa cosa, es decir a Pepón. A ella no le gustaba el hecho de que Emmet cambiara de mascotas como si se cambiase de ropa, pero bueno, ya luego ella se encargaría de él, estaba seguro. En ese momento recordé el porque de mi visita…

-Em… necesito tu ayuda – dije tomándolo por el hombro, al ver que quería volver a mover a Pepón de su sitio.

-¿A quién tengo que matar? – dijo soltando una sonora carcajada al ver lo serio que yo estaba.

-A Jacob… - dije, para ver cómo luego se atoraba con su risa.

Después de contarle a Emmet los planes de Bella y Jacob, tuve que luchar para tranquilizarme durante algunos minutos, el solo hecho de pensarlos juntos me revolvía el estómago y volvía a sentir esas piedras llenando ese vacío en mi pecho que se me estaba haciendo tan familiar. Estuvimos planeando qué hacer, y llegamos a la conclusión de que lo mejor sería seguirlos y cuidar de Bella, aunque sea de lejos.

Era por eso que ahora estábamos vestidos de negro, usando gafas y gorras oscuras para esconder nuestras identidades, ¡claro!, todo esto idea de Emmet, ya que según él era para involucrarnos más con nuestros papeles, el de guardianes. Tuvimos que escondernos tras los posters de "Bedtime Stories" (N/A: "Cuentos que no son Cuento") al verlos entrar por la puerta del local.

"¡Dios! ¡Creo que morí y estoy en el cielo!

¡O talvez sólo estoy soñando! Si es así, no quiero despertar"…

Bella había entrado por la puerta, toda radiante. Se veía sencilla, pero hermosa y sensual. Ese sweater verde hacía resaltar sus ojos color chocolate mientras que su cabello caía en cascadas sobre su espalda y rostro, haciéndola verse más irresistible aún… y ese pantalón. "¿Por qué diablos no se puso algo más suelto? Nota mental, remodelar el armario de Bella y comprarle ropa más suelta".

Estaba tan concentrado en observarla, que inconcientemente comencé a salir de nuestro escondite. Emmet, en un intento desesperado de que no nos vieran, me tiro al suelo y me arrastro de nuevo detrás del poster.
-¡Que diablos haces! – dijo susurrando – no ves que se acercan…

-Lo siento – dije avergonzado, había estado a punto de echarlo todo a perder. Quería saber qué estaban haciendo, pero se me hacía difícil hacerlo sin descubrir mi posición. Vi cómo Emmet me señalaba dos pequeños agujeros a la altura de los ojos de Bugsy (N/A: es el conejillo de indias, el cuy ojón que se parece a mi amiga ^^. En la película en español, creo que lo llamaban Fisgón).

-¿Cómo lo hiciste? – pregunté incrédulo, ni siquiera me había percatado cuándo había agujereado la gigantografía.

-Mientras tu te comportabas como un imbécil y babeas por nuestra hermana, yo me dispuse a trabajar – dijo mostrándome una pequeña navaja. "¡Espera! ¿Dijo que estaba babeando por Bella?"

-Yo no estaba babeando…

-Ya cállate, que ahí vienen – dijo divertido, mirando a través de los agujeros.

La curiosidad me mataba así que me asome a ver qué pasaba. ¡Craso error!. Bella y Jacob estaban cerca observado las opciones de las películas, podía ver cómo el chucho se la comía con la mirada y Bella ni reaccionaba. Se veía nerviosa y no dejaba de mirar para todos lados.

"¿Qué estaría pensando? ¿Estaría nerviosa por volver a salir con el perro pulgoso? ¡Maldición! Eso quiere decir que aún siente cosas por él"…

Sentí como Emmet me metía un codazo para llamar mi atención…

-Quiero escuchar – dijo

-Estamos muy lejos Em – dije rodando los ojos…

-Por eso tenemos que movernos – dijo como si fuera lo más obvio.

No entendía que quiso decir con eso, pero sólo me limite a seguirlo. Emmet levantó el poster de tal manera que nos comenzamos a mover con éste aún cubriéndonos. Arrastrándolo primero un metro… luego dos… unos cuantos centímetros más, pero aún nos faltaba un poco más para poder estar lo suficientemente cerca como para escuchar algo, pero una señora toda robusta junto a su pequeño hijo nos obstruían el paso, así que nos tuvimos que detener.

-¡Mami! ¡Mami! Bugsy…Bugsy se mueve – dijo el pequeño señalando hacia dónde estábamos escondidos.

-Mattew, es sólo un poster, no se puede mover cariño – dijo la mujer volviendo a entablar conversación con un señor con barba, que supusimos sería su esposo. El niño seguía insistiendo que Bugsy estaba vivo, hasta que logró soltarse del agarre de su madre sin que ésta se percatara y se dirigió hacia nosotros…

-¡Maldición! – murmuré yo. Al ver que el pequeño se acercaba. El niño se acercó y comenzó a dar golpecitos al poster.

-¡Bugsy!… ¡Bugsy! – dijo comenzando a sacudir la imagen – ¡Bugsy muévete! – tuvimos que sostener el poster con más fuerza al ver que estaba a punto de ceder, para cuando…

-¡Niño, deja eso! – grito uno de los chicos del personal - ¿Dónde esta tu madre? – dijo comenzando a mirar para todos lados y luego - ¿Qué diablos hace esto aquí? – dijo percatándose de la imagen.

-Es Bugsy – dijo el niño señalando la imagen – y se mueve…

-¿Se mueve?– dijo el muchacho con miedo- ¡Mejor vamos a buscar a tu madre! – dijo arrastrando al niño lejos de nosotros…

-Wow… eso fue emocionante – dijo Em sonriendo divertido, mientras que yo sudaba frio. "¡Habían estando a punto de descubrirnos! ¡Otra vez! Algo me decía que esto no era una buena idea". – vamos, hay que movernos…

Nos arrastramos lo que faltaba, hasta que pudimos escuchar parte de su conversación.

-Que tal… ¿El Aro? – dijo Bella. Pude notar que Bella estaba algo desanimada, su timbre de voz no era el mismo.

-¿Segura? – dijo el chucho - Esa película es vieja Bells…- "¿Bells? ¿Por qué diablos le dice así?"

-Sí… pero es un clásico… - dijo mi Bella mientras le hacía un puchero. Tuve que acomodarme un poco más para poder ver mejor.

-Ok, ve por las golosinas y yo voy por las entradas… - dijo el chucho dándole dinero. "¿Acaso no la conocía lo suficiente? ¿Y así fue su novio? Si no me equivocaba, la Bella que yo conozco, se va a negar… a la cuenta de uno... dos… tres"…

-No niño… yo pago esto… - "¡Bien! Esa es mi chica". Tuve que golpear a Em por lo bajo porque estuvo a punto de soltar una sonora carcajada al ver la cara de Jacob tras la respuesta de Bella.

-Bells – "Y otra vez la burra al trigo. O debería decir el perro al hueso. No se llama BELLS, SE LLAMA BELLA" pensé amargo, mientras veía como el chucho trataba de convencerla – yo te invité así que yo pago…

-No… a medias o nada – Emmet estaba haciendo un gran esfuerzo al contener la risa mientras se sostenía el estómago por el esfuerzo.

-Por qué eres tan cabezota… - dijo despeinándola un poco. En ese momento tuve que sostener a Emmet para que no se le vaya encima. Aunque lo único que deseaba era írmele encima a golpes por las confianzas que se tomaba con Bella. "¿Y si lo soltaba? ¿Qué de malo tendría? Bueno, nos descubrirían… y Bella nos mataría. Mejor no… aún no"… pensé.

-Acéptalo, así me quieres… - dijo Bella sacándole la lengua y yéndose por los dulces.

Emmet me señalo la dirección por la que Bella había desaparecido, para luego mostrarme una botella de Coca Cola… "¿De dónde sacó eso?"… pude ver que me hacía señas para que guardara silencio al ver que estaba a punto de preguntar, y volvió a señalar pero ahora a Jacob que se encontraba ensimismado mirando por donde Bella había salido.

-Mira y aprende – me dijo, para cuando Jacob comenzó a caminar todo distraído.

Todo fue tan rápido. Emmet hiso rodar la botella tal manera que se interpuso en el camino de Jacob sin que éste se percatara de ella. Para nuestra gran suerte, terminó pisándola mientras trastabillaba con sus propios pies y hacía un gran esfuerzo por no irse de bruces, terminando chocando con la mujer robusta que habíamos visto momentos antes y que ahora se encontraba agachada reprendiendo a su hijo.

La mujer se levantó furiosa al sentí cómo Jacob la chocaba por detrás, quedando sobre ella en una posición realmente incómoda (N/A: para ser más explicita, es la pose del perrito jajaja ^^). En un dos por tres, le volteó la cara de una bofetada que resonó por toda la sala, y se alejo de él toda furiosa, mientras que Jacob seguía en su sitio incapaz de reaccionar.

Tuve que meterme el puño en la boca para no soltar las carcajadas que amenazaban por salir, mientras que Emmet se retorcía en el suelo con lágrimas en los ojos. Cuando pudimos volver a calmarnos nos volvimos a arrastrar con todo y poster hasta estar lo suficientemente cerca de Bella en la cola de las golosinas.

-¿Has visto a la tipa que esta adelante? – dijo un moscardón rubio mirando de manera grotesca a Bella – esta para comérsela… - dijo mientras su grupo de idiotas asentía a sus palabras. Emmet comenzó a gruñir por lo bajo, mientras yo apretaba los puños al sentir unas ganas irrefrenables por poner en su lugar a esos mocosos.

-No creo que este sola – dijo un pelirrojo con pinta de nerd.

-¡No lo está! – dije yo lo suficientemente alto como para que sólo ellos me puedan escuchar.

-¿Quién dijo eso? – dijo morocho todo asustado – ¡Que diablos! ¿Cómo llegó esto aquí?…

-¡El cuy te esta mirando! – dijo alarmado el rubio.

-¡Piérdete! – volví a gruñir, mientras que Emmet hacía temblar la imagen haciendo asustar a los mocosos.

-¡Sus ojos se movieron! – gritó el morocho.

-¡Vámonos! – dijo el renacuajo rubio – se me quitaron las ganas de ver una película – dijo nervioso mirando hacia donde nos encontrábamos. Emmet volvió a hacer temblar la imagen haciendo que estos corrieran espantados a la salida.

Para cuando los mocosos desaparecieron nos pudimos acercar lo suficiente para ver cómo el muchacho que atendía en las golosinas, coqueteaba descaradamente con Bella…

-Disculpe la indiscreción… ¿pero todo esto es para usted sola? – dijo el renacuajo devolviéndole su dinero y una hojita adicional en la cual supuse estaba su número incluido – porque realmente se conserva muy bien para comer de esa manera…

-No esta sola… viene conmigo… - "¿Ése había sido yo? Ah, No". Ese fue el chucho quitándome su número de la mano. "Por fin hace algo útil" pensé.

-Hey eso era mío – dijo Bella tratando de recuperar el número. "¡¿Qué? ¡Ella y yo vamos a tener que hablar seriamente!". – además quedamos en que yo iba a pagar… - dijo mientras Jacob le quitaba las cosas y la apresuraba a avanzar.

-En el momento en el que te pusiste a coquetear con ese tipo, perdiste el derecho de pagar las golosinas – dijo el chucho mientras Bella lo veía con reproche.

-Y quién invento esa absurda regla – pregunto mi Bella…. ¡¿MI BELLA? Ya estoy desvariando.

-Yo… y no es absurda… - dijo riendo el perro – ya va a empezar.

Los vimos desaparecer por la puerta de la sala 2. Así que decidimos que ya era seguro salir de nuestro escondite.

-¡Mamaaaaaa! – rompió a llorar el niño que nos había estado molestando momentos atrás.

-¡Shu! ¡shu! No llores pequeñín – dijo Emmet tratando de calmarlo, empeorando las cosas ya que terminó asustándolo más mientras la gente se comenzaba a acercar.

-¡Corre Emmet! – dije nervioso…

-¿Qué? Pero… - dijo mientras yo lo comenzaba a arrastrar hacia otro lugar, ya que los guardias de seguridad no tardarían en llegar.

Conseguir un par de entradas se nos hizo difícil. Tuve que coquetear con un par de chicas, para que nos hicieran el favor de comprarlas, ya que probablemente alguien nos reconocería por ahí y tendríamos problemas con la ley por asustar a un niño.

Pero lo más difícil fue identificar a Bella y al chucho en medio de la oscuridad. Estábamos debatiéndonos entre llamar al personal para que alumbraran los asientos en busca de mi amiga para cuando la pude divisar por el centro. Se la veía nerviosa y algo incómoda al tener que estar apartando los brazos de Jacob cuando este intentaba abrazarla.

"¡Oh no! ¡Eso si que no!"…

Esta por acercarme a ellos para cuando Emmet me tomó por los hombros y comenzó a arrastrarme fuera de la sala.

-Emmet qué diablos… - dije furioso.

-Tengo hambre – se limito a decir serio.

-Jacob esta ahí adentro, incomodando a Bella y ¿tú sólo piensas en comida? – dije exasperado. No me contesto, simplemente me siguió arrastrando hasta la dulcería. Para cuando llegamos hizo algo que me sorprendió.

-¡Tú! – dijo dirigiéndose al renacuajo que intentó coquetear con Bella – dame un poco de todo.

-¿Cómo dice Señor? – dijo el muchacho entre dientes.

-Dame un poco de todo lo que tengas… ¡ah! Y agrégale también los nachos con abundante queso.

-Emmet – dije perplejo. "¿Acaso en sus planes estaba indigestarse? ¿Qué ganaba con eso?"

-Bebidas… no te olvides las bebidas muchacho – dijo señalando las latas – esa también, la más grande… ¡Vamos Eddie, carga!… -dijo dándome paquetes y paquetes de diferentes golosinas y bebidas.

Aún en shock por la cantidad de cosas que estábamos cargando, me limité a seguir a Emmet de nuevo a la sala. Colocándonos unas butacas más atrás de donde se encontraban Bella y Jacob, quien en ese momento intentaba colocar su brazo sobre los hombros de Bella.

Emmet tranquilamente comenzó a abrir una bolsa de gomitas mientras yo me comenzaba a desesperar. Estaba por levantarme para cuando me tomó del brazo y con fuerza me jaló para que me volviera a sentar.

-Definitivamente te falta imaginación hermano – dijo dirigiéndose a mi – mira – lo siguiente que hizo me dejó sin palabras. Comenzó a apuntar a donde estaba Jacob, para luego tirar un puñado de gomas - ¡Le di! – dijo triunfante, mientras hacía reverencias a un público imaginario. Pero el chucho no sintió.

-Déjame probar – dije ya más interesado abriendo una bolsa de M&N. Para luego lanzarla acertando en el blanco. Pero el chucho no sentía – pásame el pop corn – dije dirigiéndome a Em que estaba bastante entretenido con una bolsa de Jellybeans.

Para mi mala suerte no le di al blanco, y termino cayendo a un costado. Bueno, a diferencia de Emmet yo no era un jugador profesional de basketball, pero tenía todo un arsenal con el cuál practicar.

-Dame a mí – dijo Emmet con suficiencia, pero en un mal movimiento terminó tirándole un gran puñado de palomitas a Bella. Pude ver cómo Bella le llamaba la atención a Jacob al sentir el pop corn en su cabello, mientras él levantaba sus manos en son de paz.

-¡Emmet ten más cuidado! – dije reprendiéndolo – Toma, prueba con estas barras de Hershey's.

-¡Ya! – dijo extendiéndome las bolsas de MENTOS todo emocionado, para cuando logró darle a Jacob en la cabeza – haz probado con las ¿gomas de mascar? ¿Y los nachos? – dijo pasándome una gran fuente de nachos con queso fundido.

Habíamos estado tirándole todo tipo de golosinas cuando intentaba acercarse más de la cuenta a Bella. En algunas ocasiones tuvimos que escondernos al ver que volteaba a ver qué diablos le estaba cayendo, mientras nosotros nos retorcíamos de la risa, escondidos tras las butacas.

Y en más de una ocasión tuve que meterle un lapo a Emmet, cuando fallaba y algo le caía a Bella… pero para cuando la vi dejar que Jacob le rodeara los hombros, perdí la paciencia y tomé lo primero que tenía al alcance. Una lata de Sprite.

Sentí una gran satisfacción cuándo la lata le dio de lleno en la cabeza y él tuvo que retirar su brazo para sobarse lo que supuse, luego se haría un chichón.

-Agáchate – me dijo Em, para cuando Bella y Jacob voltearon a ver a dónde estábamos nosotros.

-¿Nos vieron? – pregunté asustado.

-No, creo que no – dijo Emmet asomándose un poco sobre la butaca.

Volvimos a nuestros asientos al ver que volvían a centrar su atención en la película. Estaba realmente molesto, si Jacob no hubiese regresado, no estaría pasando por esta situación. Sabía que tenía que cuidar de Bella, después de todo él la había dañado una vez, quién sabía si no lo volvería a hacer de nuevo. Y eso era algo que no podía permitir.

En medio de mis divagaciones me distraje para cuando escuché el grito de Rachel. Fue ahí cuando los vi. Jacob la estaba abrazando y…. ¡NO, NO SOLO LA ESTABA ABRAZANDO, LA ESTABA BESANDO, Y ELLA LE CORRESPONDÍA!.

Todo mi mundo se vino abajo en un abrir y cerrar de ojos. Una ira incontenible comenzó a tomar posesión de cada uno de mis sentidos… ¡El no la podía estar besando! ¡El ni siquiera debería estarla tocando!... las imágenes de nuestro primer beso en el baño de la discoteca, cuando ella fue a mi rescate comenzó a repetirse una y otra vez en mi cabeza, para luego ser reemplazada por el beso que le di el día de la fiesta de Jazper. Y ahora todos ellos mancillados por esa horrible escena.

Una parte de mi me decía que mis celos eran injustificados, Bella tenía derecho a ser feliz con quién ella quisiera. Pero no quería escuchar, mi corazón no quería entender. No iba a permitir por nada del mundo que Jacob se volviera a acercar a Bella, porque ella era mi hermana, porque él la quería alejar de mi…

"¿Mi hermana? ¿Eso era Bella para mi? ¿Tu besarías a tu hermana, Edward Cullen?" Me repetía mi conciencia.

Estaba borracho. La primera vez no estaba conciente de mis actos. Y la segunda… pues, sólo me dejé llevar.

"¿Sientes celos al ver a tu hermana con otro hombre?"

No son celos, es sólo que me preocupo por ella. No quiero que el chucho la vuelva a lastimar. La última vez, la dejó devastada, y yo no quiero que Bella vuelva a pasar por algo así.

"Entonces Bella es tu hermana, pero despierta sentimientos en ti".

Ella no despierta sentimientos en mí. Es decir… la quiero… pero como a una hermana.

"¿Y por una hermana reaccionas de ésta manera?" dijo mi conciencia triunfante.

¡Ya cállate!. Me reprendí mentalmente por estar perdiendo el tiempo en tonterías. Mientras Bella y Jacob se estaban besando.

No pude contener el gruñido que se escapó desde el fondo de mi garganta al pensar en esto, ni pude apartar ese sentimiento de vació que se hizo cada ves más insoportable, oprimiéndome el pecho.

No quería pensar, porque lo único que conseguía era confundirme más. Así que sólo me limité a actuar. Tomé lo primero que tuve a la mano y lo arrojé con todas mis fuerzas a la cabeza del chucho. Seguido de Emmet que había soltado un gruñido a mi lado.

Una lucha campal había empezado tanto en mi interior como al exterior. Por un lado trataba de acallar la voz de mi conciencia y por el otro sólo quería matar a Jacob con mis propias manos, pero como ahora estábamos muy separados me limite a arrojarle todo lo que tenía a mi alrededor. Estaba fuera de mí. Mi mente sólo se limitaba a mostrarme la imagen de Jacob y Bella besándose, haciendo que mi ira creciera cada vez más.

-¡Deténganse! – comenzó a grita mi Bella, escondiéndose tras una butaca.

-¡SUÉLTALA CHUCHO DEL DEMONIO!… - grite yo.

-Oblígame chupa sangre… -dijo el perro, comenzando a lanzar el resto de cosas que aún le quedaban en su bandeja. Vi cómo Bella se asomaba tras su butaca, abriendo los ojos de par en par, al ver el pequeño botín que teníamos reservados para su querida cita.

-Bella muévete – grito Emmet, comenzando a lanzar M&N. Pero Bella no le hizo caso, todo lo contrario comenzó a observar el pequeño desastre que nosotros nos habíamos encargado de hacer.

-Jacob detente – dijo tratando de persuadir al chucho. Pero éste se había tomado demasiado a pecho la batalla.

-No – gruño.

Muchas personas pasaban por nuestro lado, cubriéndose la cabeza por la lluvia de golosinas. Mientras salían espantadas, pidiendo por los guardias de seguridad a gritos. Bella comenzó a mirar avergonzada todo el show que estábamos armando y en un intento de cubrirse, trato de amarrarse el cabello…

"¡OH NO! ¡OH MI DIOS!

AHORA SI QUE ESTASMOS MUERTOS".

Vi cómo la cara de Bella paso de un hermoso carmín a un rojo escarlata en cuestión de segundos, mientras en sus ojos se podía leer el claro grito de la venganza. Habíamos metido la pata, y lo habíamos hecho hasta el fondo.

-Oh Dios, de ésta si que no salimos vivos… - dijo Emmet comenzando a persignarse – Si Bella llega a tener compasión de ti dile a Rose que la amo.

-Hermano te quiero – dije despidiéndome de Emmet, al ver cómo Bella tomaba la fuente y la comenzaba a lanzar, mientras se acercaba poco a poco. Tuve que agacharme para esquivar la fuente que por poco me da en la cabeza.

-Yo también – dijo Emmet nervioso – lamento haber enterrado a Putsy en la maseta de tu terraza….

-¡Que tu qué!… - dije alarmado mientras Emmet empezaba a reír nervioso. "¿Su Hamster? ¿Enterró a su hamster en dónde?"

Bella ya estaba muy cerca de nosotros, ella daba un paso y nosotros retrocedíamos dos. Pase en seco, sabía que cuando nos alcanzara, seríamos hombres muertos, o talvez sólo nos dejaría estériles. Por otro lado vi como el personal de seguridad entraba a detenernos, así que en un acuerdo silencioso con Emmet, corrimos a dónde estaban los policías…

Bueno, entre el castigo de la ley o la venganza de Bella… pues definitivamente prefería la cárcel. Ellos se asustaron al vernos correr a en su dirección… ¡Claro!, con el tamaño de Emmet cualquiera se asustaría.

-¡Ayuda! – dijo Emmet colocándose tras un policía – sáquenos de aquí por favor.

-Encarcélenos, pero no permita que ella se acerque – dije señalando a Bella que venía toda furiosa hacia donde estábamos nosotros, arrastrando a un Jacob todo perplejo por detrás. Y cuando digo arrastrando, era porque de verdad lo estaba arrastrando.

-Ellos son míos – dijo Bella, haciendo vacilar al policía que trato de detenerla.

-Señorita… - trato de calmarla uno de los guardias, pero al ver que no podía mitigar los intentos de Bella por llegar a nosotros, la tomó por la espalda para reducirla y colocarle las esposas.

-¡SUELTELA! – gritamos Emmet, Jacob y Yo a la vez. Tirándonos sobre el guardia que la había agarrado. Y otra vez, se inició una nueva pelea…

Un par de horas más tarde…

Bella POV

"Tienen derecho a guardar silencio,
Cualquier cosa que digan podrá ser usada en su contra
Cuentan con la posibilidad de hacer una llamada y el servicio de un abogado"

Había dicho el jefe de policías sosteniéndose una bolsa de hielo en la cabeza, mientras nos esposaban.

¡Lo sé! En parte habíamos exagerado. Pero cuando los chicos vieron que el guardia trato de reducirme, perdieron los estribos y se fueron contra éste sin darle oportunidad a reaccionar. Fue muy difícil controlarlos y más cuando comenzaron a traer refuerzos. Sólo para calmar a Edward fueron necesarios tres hombres, así que ni que decir de Emmet y Jacob que estaban fuera de sí.

Lo peor no fue eso. La noticia de que el heredero de la famosa firma Cullen, el famoso basquetbolista Emmet Cullen y el heredero multimillonario Jacob Black se habían visto envueltos en una riña por una mujer, se había corrido como pólvora, y como si no fuera menos al salir del cine esposados, habían varios paparazzi tratando de capturar la primicia.

"¡Dios, cuando mi madre se entere…!" Pensé, mientras volvía a pasear frustrada de un lado al otro, tal cual león enjaulado, rodeada de Jacob y el par de estúpidos que tengo por amigos.

Me había costado calmarlos estando aún dentro de la patrulla, y peor aún cuando nos metieron a los cuatro en la misma celda, estuve a punto de cometer un asesinato, pero sabia que lo mejor sería que pospusiera los ríos de sangre para cuando no tuviera testigos.

Mientras los minutos pasaban, más me desesperaba. Necesitaba hacer una llamada, pero los guardias aún no volvían, estaban tratando de calmar el alboroto que los periodistas estaban causando fuera de la comisaría.

"¡Maldición! Lo que me faltaba…
¡Que este hecho bochornoso se haga más público!"

-¡Soy inocente! – volvió a repetir Emmet desde la celda. Estaba con la cara entre los barrotes mientas que con un tazón de metal golpeaba las rejas para llamar la atención de los policías, hace ya más de media hora que nos habían traído – ¡Quiero a mi abogado! – comenzó a quejarse.

-¡Yo soy tu abogada! – dije entre dientes, quitándole el tazón y dándole con éste en la cabeza. Jacob se acercó a mí y me tomó de las manos al ver que estaba dispuesta a seguir pegándole a Emmet con lo que sea que tuviera a mano.

-¡Auch Bella!, eso duele – dijo sobándose la cabeza, mientras yo forcejeaba con Jacob par que me soltara – Bella… - dijo poniéndome carita de borreguito y alejándose un poco de mi al ver que estaba furiosa.

-Bella, no puedes estar amarga con nosotros toda la vida – dijo Emmet triste yéndose a sentar junto a Edward, quién desde que habíamos llegado se había mantenido en la esquina más apartada de la celda, refunfuñando por lo bajo y soltando pequeñas injurias hacia Jacob.

-Es cierto Bella… - habló por primera vez Edward – de verdad lo sentimos… no queríamos darte a ti… la cosa era con el perro de tu…

-¡Ya cállense! – les dije cansada, al ver que Jacob se tensó estando a punto de contestar. Vi cómo a lo lejos se acercaba uno de los policías que se habían vistos envueltos en la trifulca junto al quien supuse, era el capitán.

-¿Ellos son los revoltosos? – dijo dirigiéndose a su oficial, que tenía un ojo morado.

-Si señor – dijo a regañadientes el pobre hombre, mientras el capitán volteaba a vernos con una sonrisa en sus labios.

-En toda mi carrera cómo policía, no había visto un caso como éste – dijo dándome una mirada apreciativa – realmente algo muy fuera de lo común… - dijo aún con su mirada sobre mi, al fondo puede escuchar cómo Edward gruñía, y sentir como Em y Jacob comenzaban a acercarse a mi – ya veo.. – murmuró – debo suponer que usted señorita, es la manzana de la discordia – dijo aún con su mirada sobre mi. "Este hombre me incomodaba y mucho" – es preciosa, no lo puedo negar – dijo para luego soltar una sonora carcajada, ya que Edward en un abrir y cerrar de ojos me tomo por los hombros de manera protectora, tuve que darle unos manotazos en su pecho para que me soltara, pero ni aún así aflojó su agarre.

-¿Ya podemos salir? – dijo Emmet entre dientes.

-Oh no mi querido amigo – dijo ahora dirigiéndose a Emmet – han destruido una propiedad privada, atacado a mis subordinados y ni que decir del jefe a cargo. Esos son muchos… muchos problemas…

-Nada que no se pueda arreglar – dije yo, ahora sí apartando a Edward de un codazo en el estómago, para acercarme al capitán quien no esperaba esa reacción – no creo que sólo nos haya venido a decir eso o ¿sí?

-Esta en lo correcto mi hermosa dama – dijo – los dueños del establecimiento han decidido no levantar cargos si se comprometen a pagar los daños infringidos al inmueble. Mientras que mis subordinados aquí presentes no van a demandarlos si… - dijo volteando a ver a su subordinado, rodando los ojos al ver que asentía silenciosamente.

-¿Si?… - dijo Edward impaciente.

-Si su compañero aquí presente – dijo señalando a Emmet – les da su autógrafo y accede a tomarse unas fotos con ellos– Emmet comenzó a reír mientras yo rodaba los ojos, y el oficial del ojo morado asentía vigorosamente. "¡Hombres! ¡Quién los entiende!"

-¿Sólo eso? – dijo Jacob exultante.

-Bueno, van a tener que pagar una fianza para salir…

-¿Dígame cuánto y dónde firmo? – dijo Jake confiado.

-Oh no mi amigo… en cash – dijo el capitán sonriendo, al ver cómo las caras de Jake, Edward y Emmet se ensombrecían. ¡Claro!, tampoco es como si esperasen que andara con miles de dólares en los bolsillos, cuando en su lugar podía llevar una pequeña tarjeta dorada.

-Muy bien, pero quiero hacer algunas llamadas – dije yo.

El capitán gustosamente me había dejado salir de la celda, a pesar de las protestas de los chicos al verme ir sola con este hombre.

-¿Siempre son así de celosos? – me dijo tratando de entablar una conversación.

-Así es – dije tratando de no ser grosera. Vi que quería volver a hablar así que me le adelanté – ¿dónde esta el teléfono?

-Ah, sí, por aquí… - dijo escoltándome a una pequeña sala de recepción, dónde estaban algunos de los oficiales que se habían visto involucrados en la trifulca. Muchos de ellos comenzaron a comerme con la mirada, otros me miraban de manera ceñuda y algunos sólo me hacían señas para que me le acercara. "Imbéciles" pensé… - tome -me dijo el capitán, extendiéndome el auricular. Sabía que ellos estarían escuchando, pero eso no me importaba. Quería salir de ese hoyo y lo quería hacer ya, no me gustaba como me miraban esos hombres.

-¿Aló? ¿Alice? – dije algo nerviosa – necesito que me hagas un favor… necesito que vengas por nosotros a la comisaría…

Alice POV

Toda la tarde había estado viendo los últimos retoques para la apertura de la que sería mi nueva boutique. Había llamado en la tarde a Rose, al tener el presentimiento de que mi queridísimo amigo Em haría una estupidez y esta sería capaz de cometer una locura. Al parecer no me equivoqué porque Rose vino toda furiosa, hablando de peces muertos, mienras maldecía a Emmet y a todas sus generaciones.

Pero eso no era lo que me fastidiaba ahora. Sabía que algo malo iba a pasar, y eso tenía que ver con Bella. Pero no sabía qué, y eso me hacía ponerme cada vez más ansiosa, clavándole una que otra ves los alfileres a Rose que se estaba probando una muda de ropa.

-Lo siento Rose – dije nerviosa. A lo lejos escuche sonar mi celular.- amor puedes pasarme mi celular – dije dirigiéndome a Jazper – esta en mi bolso – dije viendo que comenzaba a buscar sobre mi escritorio.

-¿Aló? ¿Alice? – dijo Bella nerviosa.

-¡Bella! Dime qué ocurre – pregunté ansiosa, sabía que algo había pasado.

-Necesito que me hagas un favor… necesito que vengas por nosotros a la comisaría…

-¡Comisaría! – grité clavándole otro alfiler a Rose quien terminó cayéndose del taburete en dónde estaba parada– ¿cómo que comisaría? – dije tratando de escapar de Rose que venía toda furiosa hacia mí – ¿y cómo que nosotros? – Rose se detuvo al escuchar esto último.

-Pues resulta que Emmet y Edward decidieron armar una pequeña pelea de golosinas en el cine…

-¡¿QUE EMMET QUÉ? – gritó Rose quitándome el celular para ponerlo en speaker.

-Rose no grites por favor – dijo Bella desde la otra línea.

-Y que se suponía que hacías tú ahí – pregunté con suspicacia.

-Estaba en una cita con Jacob… - dijo murmurando lo último.

-JACOB – gruñeron Rose y Jazper a la vez.

-Si, Jacob – dijo Bella soltando un suspiro – bueno… eso no es todo… terminamos destruyendo el local, y los chicos se les fueron encima a los policías que trataron esposarme… - dijo susurrando. Supuse que hablaba así porque la debían estar vigilando.

-¡Que ellos qué!…. – grito Jazper.

-¡Vamos Jaz tu tampoco no! – dijo Bella frustrada. Al fondo pudimos escuchar cómo apresuraban a Bella. Así que me limité a preguntar.

-Bella estamos yendo por ustedes – dije mientras Jazper tomaba mi abrigo y el de Rose.

-¡Traigan dinero para la fianza! – grito Bella antes de colgar.

Bella POV

Después de hablar con Alice sentí un gran alivio. Ya debían estar en camino para pagar la fianza. Fui escoltada por el capitán quien intentaba mantener una conversación conmigo, pero esta vez ya no le hice caso. Era un hombre apuesto, pero no era mi tipo. Así que solo me limite a darle las gracias y pedirle que me abrieran la celda para ingresar a calmar los ánimos de los chicos. Quienes para cuando llegué estaban a punto de iniciar otra pelea.

-¡Ya cálmense ustedes dos! – dije dirigiéndome a Jacob y Edward para darles un golpe en la nuca a cada uno ya que no dejaban de mirarse mal – y tu Emmet, más te vale que te prepares porque Rose esta en camino – tras decir esto, la cara de Emmet bajo algunos colores y comenzó a sudar frio.

-¡Capitán! – comenzó a llamar a voz en cuello mientras se agarraba de la reja como si su vida dependiera de ello – ¡capitán!…

-Si joven – dijo acercándose el capitán…

-¿No hay manera en que me puedan trasladar a otra comisaria? Tal vez una fuera de la ciudad… o mejor aún… fuera del país… - dijo nervioso.

-¡TE ESCUCHE EMMET CULLEN! – dijo Rose entrando por la puerta, apartando a los guardias que intentaban detenerla al ver que se quería meter en la celda.

-¡AMOR! – dijo con un grito ahogado, mientras retrocedía al ver cómo Rose forcejeaba con los barrotes.

-Tú, el del ojo morado, abre esa maldita puerta – dijo Rose, señalando al policía que momentos antes había pedido el autógrafo de Emmet. El dudo y miró a Em que movía insistentemente su cabeza a manera de negación – ¿estas sordo? – comenzó a decir Rose mientras avanzaba hacia pobre hombre.

-¡Calma Rose! – dijo Alice que acababa de entrar junto a Jazper que tenía una mirada sombría – ¡Buenas noches! Usted debe ser el capitán – dijo dirigiéndose en medio de saltitos a él, que la miraba perplejo – un placer, Alice Brandon, él es mi novio Jazper, ella mi futura cuñada Rosalie Hale y ellos – dijo señalándonos a nosotros que no encontrábamos mirándola boquiabiertos desde la celda – son mi amigos.

-Mucho gusto – dijo el capitán aún impresionado.

-Bien, ¿a qué hora los piensa soltar? – dijo el pequeño demonio mientras se acercaba a la celda, dejando al capitán de tras suyo.

-Este… primero tienen que pagar la fianza… y firmar algunos papeles – dijo mientras Alice asentía…

-Ok, de eso me encargo yo – dijo mientras tomaba al capital del codo para instarlo a caminar…

-¡Esperen!… ¡yo no quiero salir! – dijo Emmet retrocediendo más al ver que Rose comenzó a gruñir.

-¿Que tu qué…? - dijo Rose entre dientes…

-Nada amor… - dijo mi oso encogiéndose de hombros.

-Bueno, creo que ya esta todo arreglado – dijo Alice – si me acompaña capitán – dijo moviéndose como si estuviera en su casa.

-Bella… - habló Edward para llamar mi atención, mientras Rose apuraba al policía para que abriera la celda a pesar de que éste insistía en que era su capitán el que tenía que dar la orden. Y Jazper miraba de manera sombría a Jacob…

-Que quieres – dije yo mordazmente…

-Bella yo… yo… yo lo siento… pero… tu y… tu y el chucho ese…

-Cuida tus palabras Cullen – dijo Jacob recostado al fondo de la celda.

-¡EDWARD! – gritó esa voz tan irritante mientras entraba escoltada por Carlisle. "¿Carlisle? ¿Qué hacía Carlisle aquí?"...

-Tanya – susurramos los dos… yo me aparté de él como si tuviera la peste, y me dirigí dónde estaba Jacob recostado, mientras que Ed me miraba con reproche por mi reacción.

-¿Amor estas bien? ¿Te han lastimado? – dijo desesperada a través de los barrotes – dime porque sino… - Ed se dirigió a ella para poder calmarla.

-Calma Tanya – le dijo Carlisle – Hijo… qué ha sido ese escándalo. Tu madre esta que se muere de los nervios en casa. ¿Cómo se les ocurrió hace una barbaridad como esa?

-Pero, cómo se enteraron… - dijo Emmet a mi lado. "¿A mi lado? ¿Cuándo llegó ahí?"

-Las noticias… - dijo Tanya – están en todas las noticias de esta noche…

-¡Oh genial! – dijo Edward sosteniéndole la mano. Tuve que apartar mi vista de esa acción, porque el sólo hecho de verlos me producía arcadas.

-¿Bella estas bien? – me preguntó Carlisle.

-Si Carlisle – dije mirándolo con cariño – no te preocupes.

-Bueno, iré a ver cómo van los papeles – y sin más salió rumbo a la oficina del capitán.

El silencio dentro de la celda se volvió espeso. Por un lado en las rejas estaban Edward y Tanya conversando en susurros, en algunas ocasiones para cuando me atrevía a mirarlos ella me daba miradas llenas de rabia y yo sólo me militaba a sonreírle socarronamente. Por el otro lado, estaba Jazper tratando de salvar al pobre policía de las garras de Rose que a toda costa quería abrir la celda para alcanzar a Emmet. Emmet estaba paseando de un lado a otro al fondo, pegado a la pared más alejada, diciéndole plegarias a todos los dioses que conocía para que Rose no le haga nada. Y yo, pues me encontraba con Jacob recostada en una de las paredes de este inmundo cuarto, tratando de controlar mis sentimientos.

Habían sido demasiadas cosas para un solo día; por un lado había decidido olvidar lo del beso con Edward, le había dicho cómo me sentía al respecto de su nueva pareja y la de Em, Jacob me había besado, estaba encarcelada… ¡Menuda suerte la mía!…

Aún seguía amarga, no amarga no, estaba realmente furiosa, y sabía que me costaría mucho perdonarlos por este bochornoso incidente. Pero y eso qué tenía que ver con la tristeza que amenazaba por invadirme.

No supe cuánto tiempo estuve metida en mis pensamientos. Hasta que fui sacada de éstos por Jacob…

-¿Estas bien princesa? – me dijo mientras me daba un beso en la frente. Pude ver cómo Edward nos había estado mirando y ahora fruncía el ceño amargo.

-Si… es sólo que…– dije frustrada – se comportaron como unos imbéciles – a lo que él solo se limitó a reír. Iba a decir algo más pero el capitán se acerco junto con Carlisle y Alice.

-La fianza ya fue pagada – nos informó – están libres de irse a sus…

-Noooooooo…. – gritó Emmet desde el fondo de la celda. Todos nos volteamos a verlo asustados – a mi me agrada este lugar – dijo acomodándose en una de las bancas – yo no tengo problema con quedarme – dijo viendo a Rose.

-¡Oh no Emmet! – dijo Rose- ¡eso si que no!… primero me sales con Godzilla y ahora me vienes con ésto… - dijo mientras le quitaba las llaves al guardia ya que por estar temblando no podía abrir la puerta rápidamente.

-¿Godzilla? ¿Qué tiene que ver él aquí? – dije mirando de Rose a Emmet mientras este se removía incómodo en la banca, mirando a todos lados tratando de encontrar un lugar por el cual escapar. Y ahí até cabos…- o no Emmet otra vez no… - comencé a remangarme el sweater y acercarme a Em peligrosamente, pero fui retenida por Edward…

-Vamos Bella… suficiente tiene con Rose – dijo tratando de calmarme a lo cual sólo lo empuje – además ya lo reemplazó con Pepón… - Ed se tapó la boca al ver que había dicho más de lo debido.

-¡¿PEPÓN? – gritamos Rose y yo, mientras que Emmet reía histérico. En un dos por tres la puerta de la celda se abrió. Rose corrió detrás de Emmet, pero fue alcanzada por Jazper quien al tratar de detenerla recibió algunos golpes. Yo empujé a Edward pero éste trato de sostenerme entre sus brazos a los cual su queridísima novia comenzó a quejarse.

-¡Hey suelta a mi novio! – gritó Tanya entrando en la celda.

-¡Pues dile a él que me suelte! – grité histérica mandándole dagas imaginarias a Edward con los ojos…

-¡Suéltala chupa sangre! – dijo Jacob entre dientes parándose frente a Edward. Y ahí íbamos de nuevo.

Pude ver a lo lejos cómo el capitán se acomodaba en una banca riéndose de la escena, algunos policías entraban a ver porqué tanto escándalo mientras tomaban café y comían donuts, Carlisle meneaba la cabeza a manera de desaprobación mientras se sentaba a conversar con el capitán, y Alice sacaba de su bolso una… ¿cámara?... y comenzaba a tomar… ¡FOTOS!

¡Pequeño Demonio!

Dos malditas semanas habían pasado. Dos malditas semanas en las que había habido muchos cambios. Después de la riña en la celda, Jazper y Alice tuvieron que irse junto a Rose y Emmet para asegurarse que ésta no lo matara o dejara estéril. Carlisle se fue junto a Edward y Tanya a ver a Esme para asegurarle que todo estaba bien. ¡Claro!, después cada uno de nosotros tuvimos que ir a visitarla en el transcurso de los días para asegurarle que no había sido nada, llevándonos una fuerte reprimenda por su parte.

Por lo que sabía hasta ahora Emmet había tenido que dormir en la terraza durante toda una semana, y según me aseguraba Rose lo mantendría sin sexo durante mucho tiempo más. Aunque la verdad lo dudaba, ya que ellos eran tal para cuál. Por otro lado, había estado tratando de evadir todas las llamadas y posibles visitas tanto de Emmet como de Edward, especialmente porque no quería saber de este último, por lo menos hasta que olvidara ese incidente, además su noviecita se encargaba de mantenerlo ocupado la mayor parte del tiempo...Y bueno se preguntarán que pasó con Jacob y conmigo. Pues desde ese día Jacob y yo habíamos estado saliendo más seguido. Las citas se habían hecho más constantes y a estas alturas, hace un par de días había decidido darle una nueva oportunidad.

En parte lo había hecho porque necesitaba seguridad, y Jacob era un refugio para mí. Él era mi sol. Siempre lo había sido, aún antes de que fuéramos novios. Y a estas alturas que estaba confundida, lo único que quería era poder mantener mi mente y mi corazón ocupados, alejando las estúpidas teorías de un posible cambio en la relación de sólo amigos, entre Edward y yo. Lo sé, sé que estarán pensando lo peor al ver que estoy usando a Jacob. Pero no sabía qué más hacer. Ya estaba comenzando a descubrir que era lo que Edward me hacía sentir, y me daba miedo, me aterraba pensar en un cambio en nuestra relación…

Estaba reclinada en el sillón de mi oficina, pensando en qué escusa darle hoy a Edward para no verlo cuando escuché mi celular sonar. "¡Maldición! ¿Qué nunca se va a cansar?" Pensé amarga ya que no había pasado ni cinco minutos después de su última llamada.

-¡Que diablos quieres! – grité al teléfono.

-Hola querida… - dijo Esme desde la otra línea. En ese momento me puse de los mil colores mientras trataba de dar una excusa creíble.

-Oh Esme… - dije avergonzada – lo siento es que pensé… pensé que eras…

-Pensaste que era Edward – terminó de decir ella. Y lo cual yo me puse incómoda- no importa cariño no te preocupes…

-Dime Esme, ¿en qué te puedo ayudar? – pregunté tratando de cambiar el tema.

-Bueno, llamaba para decirte que te voy a estar esperando para la cena en la casa. Llevo tiempo sin verte…. Y eso no es justo – dijo a manera de reproche.

-Pero Esme… yo…tenía planeado – dije tratando de explicarme.

-Puedes traer a Jacob si quieres… - dijo cortante – no acepto un no por respuesta Bella. Te voy a estar esperando mi cielo. Te quiero, cuídate – dijo para luego colgar.

Sabía que estaba metida en serios problemas. Estaba segura que a esa cena asistirían todos… y eso implicaba más problemas.

-Bells ya es tarde, será mejor que te muevas o me voy a ver obligado a sacarte a la fuerza. Me dijo Jacob desde mi cuarto, ya que yo aún seguía encerrada en el baño. Vi por ultima vez mi reflejo en el espejo… "¡Vamos tu puedes! Es sólo una cena"…. Traté de convencer por última vez.

-Ya voy – dije terminando de arreglarme.

Estaba yendo sencilla, ya que era una simple cena. Así que me puse un vestido azul, tipo estraple, que tenía un lazo plateado debajo de mis pechos, me llegaba sobre las rodillas y aunque muy hermoso, era informal, como para esta ocasión. Me calcé los benditos zapatos plateados y luego me miré al espejo. No estaba con ánimos de retocarme el maquillaje, pero sabía que Alice pegaría el grito al cielo si no lo hacía, así que me puse manos a la obra. Al final decidí dejar mi peinado en un moño alto y dejar sueltos algunos mechones. Me vi al espejo y pensé que no estaba mal para una simple cena… ¡Bien, es hora de la función! Pensé mientras salía al cuarto. Jacob estaba tirado en la cama haciendo zapping con el control y al verme se levantó como un resorte y se acercó a mí para darme un beso en los labios. Me sentí un poco incómoda así lo aparté con cuidado de no lastimarlo. Aún no me acostumbraba a pensar en él cómo mi novio… de nuevo… y para colmo sabía que tendría que habérselos contado a Em y Ed… pero vamos… eso recién fue hace pocos días…

-El brillo labial – le dije como excusa, y el solo gruño por lo bajo. Para luego agarrar mi chal y ponérmelo sobre los hombros.

-Cada vez estas más hermosa Bella – dijo frustrado – creo que tendré que mantenerte encerrada en cuatro paredes, para que ningún hombre te pueda ver… - yo solo rodé los ojos y me encaminé a la salida del departamento.

-¡Vamos "Sr. Esto es mío, no lo toquen"! – dije desde la sala.

Edward POV

Estaba nervioso. Hoy vería a Bella después de dos largas semanas. Había hecho hasta lo imposible por hablar con ella, pero al parecer había mejorado sus tácticas de evasión. Así que hoy sería mi única oportunidad. Sabía que a Emmet no le había ido mejor, para cuando Rose se fue a la cocina con mi madre y Alice, había podido conversar con él, y me había contado que Bella lo había estado evadiendo también a él. El pobre estaba al borde del colapso nervioso, por un lado Rose lo tenía en abstinencia y por el otro Bella ni le hablaba. Bueno yo tampoco estaba mejor, Edwarcito se negaba a resucitar y Tanya estaba cada vez más desesperada, hasta llegar al punto de sacarme citas con psicólogos y médicos para que vean mi pequeño problema.

Era realmente vergonzosa esta situación, pero no era lo que más me preocupaba. Por un lado no sabía nada del chucho, y tenía miedo de que él haya estado aprovechando mi ausencia para acercarse a mi Bella… y por el otro, el tiempo que estaba pasando lejos de ella me hicieron ver lo mucho que dependía de esta mujer, y lo mucho que la extrañaba… demasiado diría yo, hasta llegar al punto de pensar que me estaba obsesionando con mi mejor amiga… y eso me asustaba.

Tanya por fin había encontrado el departamento de sus sueños y se había mudado unos días después del incidente de la cárcel. Yo había aprovechado esta pequeña libertad para pensar acerca de mis sentimientos hacia mi amiga, sentimientos que dicho sea de paso me llevaron a besarla dos veces… pero para mi mala suerte, no llegaba a nada… solo a concluir cosas tan absurdas como que estaba celoso y que ya no veía a Bella como una hermana… ¿Pueden creerlo?... decidí no pensar más en esto, porque sólo sacaba conclusiones tontas y me dispuse durante el resto de días a tratar de conseguir el perdón de Bella…

-Vamos tampoco es para tanto – dijo Jazper tratando de consolar a Emmet.

-Tu hermana es cruel – dijo Em haciendo un puchero.

-Pero tu te la buscaste – dijo Jazper tratando de hacer entrar en razón a Emmet. Tanya se había ido a conversar con mi padre, y mientras las chicas estaban en la cocina con Esme yo decidí relajarme un rato ya que estaba realmente nervioso. Así que me fui a mi piano y me dispuse a tocar… no se porqué pero la primera canción que se me vino a la cabeza fue la nana que le compuse a Bella. Estaba tan metido en la melodía, que no escuche cuando abrieron la puerta y por esta entro la mujer más hermosa del mundo… pero claro, nada es perfecto, entro del brazo de un perro pulgoso.

-¡Bella! – grito Alice saliendo de la cocina.

-¡Hija! – dijo Esme abrazándola – tanto tiempo sin verte, mírate, estas hermosa.

-Hay Esme… tampoco es para tanto – le dijo Bella sonrojada. Todos pasaron a saludarla, a ella y a Jacob. Claro, Rose prácticamente lo ignoró al chucho. Y sólo faltábamos Em y yo, para cuando Bella decidió irse a la cocina a ayudar a Esme…

-¡Bella! – la llamo Emmet con los ojos cristalinos. Para cuando ella volteó, Emmet corrió y la levanto en vilo mientras la abrazaba y le rogaba en medio de frases sin sentido que lo perdonara. Nadie había esperado esa reacción de él.

-Ya suéltame Em – dijo Bella comenzando a ponerse morada a falta de aire, vi cómo Jacob trató de acercarse, pero yo me interpuse en su camino – ¡me estoy mareando!

-¿Me vas a perdonar? – volvió a preguntar Em poniendo ojos de borreguito.

-Ya pero bájame – dijo gritando.

-¿Que pasa…? - dijo Carlisle – ¡Hola Bella! – dijo riendo de la escena, ya que ahora Emmet estaba dándole vueltas por toda la sala.

- Y yo… - estaba por replicar o probar mi suerte a ver si el truco de Emmet me funcionaba para cuando fui detenido por Tanya.

-¿Amor, puedes tocar para mí? – dijo Tanya tratando de llamar mi atención – hola Jacob… Bella – dijo el nombre de mi amiga entre dientes. Sabía que Tanya le había agarrado un poco de rencor a Bella, ya que la culpaba de meterme en líos. Pero no era para que se comportara así. Tendría que recordar hablar con Tanya luego.

-Eso será luego… - dijo mi madre – la cena ya esta lista. Por favor Edward pon la mesa. ¿Cariño, nos ayudas? – dijo esto último dirigiéndose a Bella. Quien ni bien se soltó de Emmet corrió al lado de Esme con miedo de que Emmet la vuelva cargar.

Me puse a hacer la mesa junto a Emmet, mientras Jazper conversaba con Carlisle. Y Jacob comenzaba a mirar las fotos que estaban por la sala, pude ver su cara de disgusto al ver algunas de ellas. Ya que había varias fotos en las que aparecía con Bella o estábamos los tres de pequeños…

-Hermosos recuerdos – dije llegando a su lado. No iba a perder la oportunidad de fastidiarlo ahora que Bella no estaba – Bella siempre a sido una parte importante de mi vida… de nuestras vidas…

-También de la mía… - dijo entre dientes.

-Hemos compartido mucho – dije no haciendo caso a sus palabras- viajes, aventura, alegrías y tristezas… todo - dije tratando de picarlo – Em y yo somos las personas más importantes de su vida… y eso no va a cambiar… nunca… – tuve que fruncir el ceño al ver que Jacob comenzaba a reír sonoramente.

-Bueno… no son los únicos… - dijo aún riendo.

-A que te refieres… - dije con el ceño fruncido.

-¿Qué Bella no te lo ha dicho? – dijo riendo ahora más fuerte – y eso que tu dices que son inseparables… - siguió burlándose de mí, mientras yo comenzaba a perder los estribos…

-Explícate chucho… - dije amargo.

-Pues resulta que la Bella que no te guarda ningún secreto, la Bella a la cual adoras y con la que has compartido todo – lo podía ver saboreando cada palabra, para dar su golpe final – pues resulta que ella y yo somos novios…

-¡No! – grité – eso es mentira… - pude ver de reojo cómo Em se levantaba de su sitio y junto a Jazper se acercaban a donde estábamos nosotros.

- Pues si quieres créelo chupa sangre… es la verdad… -dijo mientras se iba a la mesa, riendo de sus palabras.

El resto de la cena fue un completo desastre. Yo me la pase refunfuñando durante toda la cena y contestando sólo con monosílabos, podía ver que Bella esta extrañada pero trataba de parecer indiferente.

"¡Traición!" Gritaba mi conciencia. Pero traición de qué. Una parte de mi quería creer que era mentira y la otra se resignaba a pensar que era verdad. Siempre supe que Bella nunca dejo de amar a Jacob, y después de verlos besarse en el cine sabía que esto terminaría ocurriendo tarde o temprano. Bueno, siempre esperé que fuera más tarde que temprano. Pero no podía ser… Bella no me ocultaba cosas… mucho menos cosas como ésta…. "Aún sigue sin hablarte… cómo esperabas que te contara esto"… era verdad pero aún así, enterarme por el chucho me había molestado en sobre manera…. "¿es sólo por eso que estas amargo?"... No, la verdad era que no… no quería ver a Bella con Jacob… no quería verla con ningún otro hombre. Y el sólo hecho de pensar en ella de nuevo con ese chucho… me hundía en el más profundo de los abismos.

-Amor, ¿no tienes hambre? - dijo Tanya tratando de llamar mi atención – casi no haz probado bocado.

-No… - gruñí yo al ver que Jacob tomaba la mano de Bella y le plantaba un beso en al palma.

-Edward querido – dijo mi madre – Tanya tiene razón, come un poco más…

-No madre… gracias…

Los esfuerzos de mi madre para que Bella y yo cruzáramos palabra, fueron en vano. Yo estaba sumido en mi mundo, renegando de mi existencia y de mi maldita suerte. Así que no era de gran ayuda que contestara con monosílabos a todo lo que me dijeran o en algunas ocasiones sólo me quedara callado. Bella por su parte trataba de hacer cómo que no existía y eso me enfadaba mucho más… especialmente cuando el chucho ese le susurraba cosas a la oreja. Sentía que en cualquier momento me tiraría sobre él.

-¿En serio? – escuché que Bella le decía, para luego comenzar a reír con él. Mientras yo le daba miradas envenenadas al chucho.

-Edward… cómo te fue con el caso de los McCarty – dijo Alice tratando de distraerme ya que no podía dejar de mirar la escena que estaban dando Bella y Jacob.

-Bien…

-Pero… - quiso seguir preguntando. Pero Jazper le hizo señas par que mejor no siguiera.

-Amor estoy cansada – dijo Tanya.

-Que bien… - me limite a decir yo.

-¿No piensas llevarme a mi departamento?

-No…

-Hey Rubia –dijo el perro dirigiéndose a Rose, salvándome inconcientemente de lo que sería una rabieta por parte de Tanya. Rose se volteó a verlo despectivamente.

-¿Qué quieres perro? – dijo Rose.

-Rose… - dijo Esme para llamarle la atención, pero Jacob le hizo un gesto cómo que eso no importaba.

-Hablando de cines – "¿Qué?¿En qué momento comenzaron a hablar de cines?" pensé frustrado. "Bien, tengo que tratar de prestar más atención a las conversaciones". Me dije a mi mismo…- tengo un buen chiste que va con ese tema…

-Jacob – dijo Bella a manera de advertencia.

-Déjalo continuar Bella – dijo Rose entre dientes.

-¿Sabes por qué una rubia murió congelada en la puerta de un cine? – todos esperábamos una respuesta por parte de Rose, pero ésta sólo se limito a matar a Jacob con la mirada- estaba esperando que abriesen para ver "Cerrado por invierno" - dijo para prorrumpir en sonaras carcajadas. A las cuales se unió Emmet solapadamente, Jazper tratando de ocultar su risa en el cuello de Alice, mis padres hacían el esfuerzo por no reírse y Rose se debatía si lanzarle el cuchillo o el tenedor en la cara a Jacob.

-¡Ya Jake!… no la fastidies – dijo Bella de manera conciliadora.

-Edward – dijo mi madre tratando de hacer que participe de la conversación.

-¿Sí?... – dije cortante.

-Nada querido… - y se volteó a seguir hablando con mi padre.

Después del desastre de la cena, nos fuimos a sentar a la sala mientras mis padres se despedían de nosotros para irse a dormir. Tanya por su parte había tenido que retirarse ya que una amiga había llegado de Londres e iba a pasar por su departamento, así que no se molesto en discutir conmigo y se despidió de todos menos de Bella.

Estábamos sentados en los muebles. Jacob tenía su brazo sobre el hombro de Bella y hablaba con Alice sobre cosas sin importancia.

-¿Cuántos chistes de rubias existen en el mundo? – preguntó Alice con curiosidad.

-Dos… el resto son historias verídicas – dijo de lo más normal mientras Bella le metía un golpe en la nuca y comenzaba reprenderlo. Verlos así me enfermaba así que estaba por despedirme cuando el celular del perro comenzó a sonar.

-¿Aló?... ¡Quíll, hermano! – dijo riéndose por algo que le dijo alguien en la otra línea – no… no puedo ahora… estoy con Bella… No lo siento, de verdad – Bella le quitó el teléfono y habló.

-Hola Quill, soy Bella… - dijo para comenzar a reír – no sabía que fuera tan famosa… No, yo no tengo problema… todo lo contrario… ahí te lo mando. Cuídate. – dijo para luego colgar.

-Bells… - dijo Jacob tratando de convencerla.

-No Jake, ve no más… Quill acaba de llegar y por lo que sé no se han visto en años – él sólo se limitó a mirarla y le dio un beso en la mejilla.

-Te prometo que te recompensaré por esto muñeca – dijo para luego despeinarla un poco, ella sólo rodó sus ojos. Estaba por irse para cuando dijo – pero y cómo te regresarás…

-Yo la llevo Jake – dijo Alice. A lo cuál el asintió y con un saludo de cabeza se despidió de todos. Después de que se fue decidí que lo mejor sería quedarme. Después de todo ya se había ido la peste.

-Muy bien… ahora sí a divertirnos – dijo el pequeño demonio, mientras nos instaba a pararnos.

-Alice… ¿A dónde crees que vas? – dijo Bella perpleja al ver cómo Alice tomaba los abrigos de todos y nos los comenzaba a dar a cada uno para luego comenzar a tomar las llaves de nuestros carros.

-¡A tu departamento por supuesto! –dijo dando brinquitos en su sitio - ¡Todos vamos a ir! – dijo esto último como retándonos a contradecirla.

Bella POV

No sabía lo que el pequeño demonio se proponía, y me preocupé aún más, cuando nos mando a Edward y a mí, junto a Emmet y Rose, diciendo que en el Jeep de Emmet estaríamos más cómodos y que ella tenía que hacer antes una parada. A mi pesar tuve que irme junto a ellos, manteniendo charlas cortas con Rosalie, ya que Edward se había sentado lo más alejado posible de mí y sólo contestaba con gruñidos a las cosas que los chicos le preguntaban.

Sabía que estaba raro. Parecía molesto por algo. Pero no sabía de qué. Durante toda la noche me había estado debatiendo sobre el hecho de decirle acerca de mi relación con Jake, ya que de por sí estábamos siendo un poco obvios, pero sabía que él esperaría enterarse por mis labios antes que por otras personas. Pero por el otro lado, aún estábamos peleados y eso me dificultaba las cosas…

Llegamos a mi departamento en completo silencio y yo me fui junto a Rose a preparar algunos aperitivos mientras Alice llegaba con Jazper… pude escuchar cómo Emmet encendía el equipo de la radio y comenzaba a poner música movida.

-¿No piensas perdonar a Edward? – me dijo Rose.

-Si… es decir… no sé... es que a veces se comporta como un estúpido – dije yo – como ahora lo esta haciendo.

-Esta amargo… - dijo ella.

-Si lo sé. Pero el problema es que no sé por qué. ¿Se supone que la resentida debería ser yo no? – ella sólo me dio una sonrisa cálida.

-¡LLEGUE FAMILIA! – dijo el pequeño demonio entrando a la cocina.

Alice empezó a descargar las bolsas que los chicos estaban colocando sobre la mesa. Sacando pizza, pickeos, vinos, cervezas, wisky, tequila…. "¡Dios! ¡El pequeño duende pensaba emborracharnos!"...

-Allie… no creo que sea buena idea – dije con miedo a ver la cantidad de tragos que comenzó a colocar sobre la mesa – los tragos y yo no somos buena combinación y lo sabes… - dije tratando de persuadirla.

-¡Oh vamos Bella!, mañana no trabajas… y por una noche que tomes no te vas morir - dijo el pequeño duende – además no tienes que rendirle cuentas a nadie o ¿Si? – yo la fulminé con la mirada, pues Alice sabía que yo había vuelto con Jacob. Mientras ella insistía en que se los dijera a los chicos, yo evadía el tema, pero claro, ella no perdía la menor oportunidad para sacar el tema a colación…

-Esta bien – dije dándole una mirada envenenada…

"Sabía que era la peor idea de todas. ¿Por qué diablos le hice caso a este pequeño demonio?"

¿Cuántas botellas habíamos tomado? La verdad era que después de la cuarta ronda yo ya estaba perdiendo la facultad para contar. Los chicos estaban que se la pasaban de lo lindo. Claro, todos menos Edward y yo. Él parecía que se hubiera propuesto acabar con toda la provisión de bebidas y yo, que ya no podía dejar de tomar, comencé a ponerme cada vez más furiosa por su actitud. Si no estaba tomando algo, se ponía a murmurar cosas sin sentido como… "traición… muerte… celos... mía"…

-Vamos chicos – dijo el pequeño demonio llamando la atención al bajar el volumen de la radio – es hora de unos pequeños juegos.

-Yo no quiero jugar – dije mareada. Estaba comenzando a ver doble y eso no me gustaba. ¿Es normal que el piso se mueva?

-Vamos Bella… - dijo Rose tratando de convencerme.

-Déjala Rose – habló Edward después de mucho tiempo - no estamos a su altura, ni siquiera como para jugar con ella…

-¡Que diablos tienes Cullen! – dije fuera de mi.

-¡Y qué diablos tienes tu Swan! – ambos nos comenzamos a retar con la mirada.

-Ya chicos, ¡basta! – dijo Jazper – no peleen…

-¡Voy a jugar! – dije para darle la contra.

-¡Y yo también! – dijo Edward. Mientras Alice daba brinquitos de felicidad.

-Muy bien… este juego es simple, creo que todos lo hemos jugado en algún momento. Se llama verdad o reto – la cara se me puso de los mil colores al escuchar esto. Maldición, sólo me quedaba esperar que no hagan preguntas incómodas. Pero no estaba tan segura después de ver cómo los ojos de Edward brillaban de una manera especial.

Todos comenzaron a acomodarse junto a sus parejas en la sala. Mientras que Alice estaba sobre las piernas de Jazper, Emmet tenía recostada la cabeza de Rosalie sobre su pecho, y yo pues, tuve que sentarme en una de las esquinas del mueble más grande, ya que Edward se encontraba al otro extremo.

-¡Bien empecemos! – dijo el pequeño demonio – Jazper, ¿verdad o reto? – yo bufé por lo bajo, porque eso no era justo.

-Reto – dijo Jazper con una sonrisa radiante…

-¡Bésame! – le dijo el pequeño demonio, para cuando todos nos comenzamos a quejar. Ella hiso caso omiso de nuestras protestas y se concentro en el beso que Jaz le estaba dando, para cuando la cosa se estaba saliendo de las manos…

-¡Consíganse un cuarto! – dijo Em tirándoles un cojín. A lo que todos reímos, hasta el gruñón de Ed. Alice se milito a sacarnos la lengua, mientras los ojos de Jazper relucían con sed de venganza.

-¡Rose! – dijo Jazper - ¿verdad o reto?

-Reto – dijo Rose confiada, acomodándose en los brazos de Emmet.

-Nombra a todos tus ex novios y citas…– dijo Jazper para luego prorrumpir en carcajadas, al ver cómo la cara de su hermana se contorsionaba por la furia, y Emmet se tensaba con la sola mención…

-Jaz…- dijo entre dientes, a manera de advertencia…

-Empieza hermanita – dijo Jaz, logrando que Emmet se tensara y comenzara a gruñir por lo bajo.

-Henry McDowel, Samuel Scott, Thomas Brown, Daniel Mawson, Mattew Lemman – suspiro frustrada, viendo a su hermano con odio- ¿es necesario que nombre apellidos?

-¿Tan larga es la lista Rose? – dijo Edward apurando su copa de wisky. A lo cual ella sólo gruño.

-Robert, Ruppert, Tom… - y así continuó Rose. Media hora después. La cara de Emmet era un poema, mientras que yo me retorcía en el mueble y Edward le gastaba bromas a Emmet al respecto.

-¡Edward! – dijo Rose furiosa, en sus ojos había sed de venganza – ¿verdad o reto?

-Reto – dijo Edward restándole importancia, al comenzar a encaminarse al pequeño bar que tenía en una esquina de la sala para servirse otra copa.

-Pues te reto a que le hagas un Body Shot a Bella…

-¡QUE! – gritamos los dos a la ves. Edward dejó caer su copa de la impresión, mientras que Alice brincar de la felicidad sobre Jazper, éste comenzaba a reír histérico y Emmet miraba a su novia como si de un momento a otro, le hubiera crecido una segunda cabeza.

-Que pasa Edward… no me digas que eres una gallina – le dijo Rose juguetonamente.

-¡Pues no! – dijo furioso. Para acercarse a mi peligrosamente…

-¡Aléjate Cullen! – dije subiendo mis piernas al mueble.

-Vamos Bella – dijo Alice riendo por lo bajo – es sólo un juego, además tu dijiste que…

-¡Ya cállate Alice! – dije renegando.

-No te hagas la difícil Swan – dijo Edward frente a mi – apuesto que si fuera el perro ese no te quejarías… - pude escuchar cómo el dolor inundaba cada una de sus palabras, y su cara se crispaba por la furia.

-¡Púdrete Cullen! – dije a lo cuál él sólo rió. Sabía que había aceptado jugar este maldito juego, así que no me podía echar para atrás… pero si yo la iba a tener difícil, pues el también. Lo empujé para poder estar más cómoda y terminé echándome por completo sobre el mueble. El vestido, de por sí corto, se subió mucho más, dejando expuesta gran parte de mis piernas. Pude ver cómo Edward se paralizaba al ver que yo estaba dispuesta a jugar.

Edward POV

Al ver cómo Bella se echaba en el mueble y dejaba expuesta gran parte de sus esbeltas piernas, el corazón se me paralizó. Mis pulmones dejaron de recibir oxígeno, y yo solo me concentré en la hermosa mujer que yacía recostada sobre el mueble. Su pecho subía y bajaba rápidamente, demostrándome que ella también estaba nerviosa. Tenía los ojos cerrados y su cabello se desparramaba como una hermosa manta marrón, sobre el fino mueble.

-Edward toma – dijo Alice tendiéndome la sal. Tenía que hacerlo. Sólo era un juego, un maldito juego.

Al verla así tan hermosa, mi mente se nublo, y miles de imágenes me nublaron la visión. Mi mente me jugo sucio y trajo a colación el día que nos besamos por primera ves, para luego ser reemplazada bruscamente por el beso que ella y Jacob se dieron en el cine. La ira me embargo, y sólo una idea acaparó todo mis sentidos. "Demostrarle a Bella, que yo era mejor que Jacob". Tome la sal junto a la rodaja de limón y me acerqué con cautela a ella, hasta ubicarme a la altura de su cara.

-Mírame Bella – le ordené, a lo cual ella obedeció confusa. Me acerqué con cuidado a su oreja y le susurré – quiero que sientas… quiero que veas y entiendas… - le dije antes de darle un beso en su cachete. Ella iba a replicar pero yo le coloqué la rodaja de limón en la boca, antes de empezar con mi tarea.

Me ubiqué a la altura de sus piernas y le levante un poco la falda a lo cual ella sólo gruño. Comencé a lamerle la zona descubierta para luego ir agregando pequeñas cantidades de sal, tuve que flexionar su pierna para tener más acceso… "¡Dios! Sabía delicioso"… su piel era tan suave como la seda más cara. Era perfecta. Cuando terminé con su pantorrilla, me aventuré a ir más arriba, llegando a la parte interna de su pierna. Comencé a lamerle los muslos, para luego acabar dándole un beso a cada pierna, ella estaba tensa, su piel era la prueba de eso.

Sabía que los tragos estaban haciendo estragos en mí, porque sano no me hubiese atrevido a hacer algo así, y mucho menos con audiencia… "¿Audiencia? Al diablo con ellos"… Podía sentir que la cabeza me daba vueltas, pero eso no me importaba ahora. Seguí avanzando y llegué a la altura de su cuello, no pude aguantarme y terminé mordiéndoselo, a lo cual ella soltó un pequeño gemido. Continué mi recorrido lamiendo y dejando sal hasta llegar a su quijada.

Cuando por fin llegue a sus labios, la vi a los ojos, pude ver cómo en estos bailaba un fuego extraño, reflejo de confusión, deseo y frustración… no me detuve a esperar que me detuviera, sabía que lo estaba pensando, lo pude leerle en su mirada. Volví a hacer todo este recorrido pero ahora hacia atrás, recogiendo toda la sal que había espolvoreado por su cuerpo. Chupando en ciertas zonas cuando la sentía temblar, y lamiendo en otras. Cuando por fin terminé en su pantorrilla… tomé el shot que estaba sobre la mesa y sin vacilaciones me lo bebí, me acerqué con urgencia a su rostro, en busca de mi lima, en busca de sus labios.

Perdí todo sentido de cordura cuando nuestros labios se encontraron. El sabor ácido de la lima en sus labios me hiso perder la cordura. Succioné en busca de más y la pude escuchar jadear bajo mi cuerpo.

Bella POV

Esto estaba mal… demasiado mal…

Había dejado de ser un juego en el preciso momento en el que comenzamos a jugar. El estaba ebrio, yo ni siquiera tenía control sobre mis acciones. Y sus besos, sus besos no ayudaban en nada, sólo me instaban a continuar. Eran una droga para mí.

"Jacob…
No puedo hacerle esto".

Trate de ordenarle a mi cuerpo que lo detuviera, pero mi mente estaba quemada. El alcohol había acabado con las últimas fuerzas de voluntad que tenía. Ya no podía detenerlo... ya no quería detenerlo…

"Maldito alcohol"…

No podía darme por vencida. Las cosas se iban a salir de nuestras manos y no podía permitirlo. Con las únicas fuerzas que me quedaban lo empecé a apartar a pesar de que él estaba renuente a dejarme. Comencé a golpearlo y aún así el no cedió…

Hasta que sentí que me liberaron de su peso de forma brusca.

-¡QUE DIABLOS HACES! – dijo Emmet fuera de sí. "Por Dios, nos habíamos olvidado de que no estábamos solos" – ¿CREES QUE ESTO ES UN JUEGO? – volvió a gritarle, avanzando hacia él pero Jazper lo detuvo, Edward ni lo miró. El aún seguía con su vista puesta en mí. Sus ojos reflejaban tristeza. Sus ojos reflejaban dolor.

-¿Es por el estúpido de tu novio? – dijo Edward haciendo caso omiso de Emmet- Entonces era verdad... - dijo con decepción- ¡POR QUÉ NO ME LO DIJISTE! – gritó fuera de si. Emmet se quedó perplejo ante esta declaración, pero aún así sus ganas de golpear a Edward no disminuyeron.

-¡¿Me besaste sólo para probar si estaba o no con Jacob? – dije con dolor en la voz – ¡ERES UN IMBÉCIL EDWARD CULLEN!

-¡NO TE QUIERO CERCA DE ÉL! – dijo avanzando hacia mi, pero no pudo ya que Alice y Rose le cerraron el paso.

-¡Y TU QUIÉN DIABLOS TE CREES PARA DECIRME QUÉ DEBO O NO HACER! –grité furiosa.

-¡SOY TU MEJOR AMIGO! – gritó- ¡Y ME OCULTASTE QUE HABÍAS VUELTO CON EL PERRO!.

-¡UN AMIGO NO HACE LO QUE TÚ HACES CULLEN! – dije mientras lágrimas salían por mis ojos, el estaba jugando conmigo. Pero ¿por qué? – YO YA NO QUIERO SER MÁS UN JUGUETITO TUYO…

-¡BELLA NO DIGAS ESTUPIDECES! – dijo frustrado.

-¡LARGATE EDWARD! – dije llorando a más no poder – ¡LÁRGATE CON LA ÉSTÚPIDA DE TU NOVIA QUE YO YA NO TE QUIERO VER!

Dije tambaleándome a mi habitación. Cerré la puerta de un portazo para cuando por fin me sentí segura lejos de él. Estaba cansada, cansada de sus estupideces, de sus juegos, de sus inseguridades. Ya había soportado demasiado… y sin más me desplomé en el suelo, ya ni fuerzas tenía para a avanzar, odiaba tomar, odiaba este estúpido juego, odiaba a Edward Cullen…

Edward POV

Escuche cómo Bella azotó la puerta de su cuarto, y sentí como mi corazón se hizo trizas con sus últimas palabras. La había lastimado estaba seguro. La había hecho llorar y yo no me lo podría perdonar…

-Mas te vale que arregles las cosas con Bella – dijo Emmet más serio que nunca- No sé qué diablos ha pasado entre ustedes… Pero si vuelves ah… - se tomo el puente de su nariz ya que estaba respirando pesadamente – si vuelves a lastimarla… te juro Edward, te juro por lo que más quieras… que me voy a olvidar que somos familia, y te voy dar tremenda golpiza que ni Esme te va a reconocer después e eso…

No pude decir nada frente a esto. En este mismo instante yo mismo tenía ganas de golpearme por lo estúpido que había sido. Emmet sin más se fue azotando la puerta de la sala, llevándose consigo a Rose quien no perdió la oportunidad de cachetearme antes de irse junto a Em. Esperaba lo mismo por parte de Alice, pero ella solo se limitó a mirarme con pena, para luego irse con Jazper, detrás de Em y Rose.

No se cuanto tiempo estuve parado en la sala, lamentándome de mi pobre suerte. Hasta que por fin caminé al cuarto de Bella. Bueno, más que caminar me terminé arrastrando. Había hecho mal en tomar demasiado, ahora estaba comenzando a ver doble, mientras las paredes a mis lados se movían. Sabía que Bella se merecía las disculpas de un hombre consiente y sobrio, no de un ebrio estúpido. Pero no quería dejarla así, deseaba arreglar las cosas con ella. La había extrañado demasiado, e irme ahora no era una opción.

A duras penas llegué al cuarto de Bella, estuve por tocar para cuando la escuché llorar y me desesperé, me desesperé al saber que era el causante de sus lágrimas, y me maldije por eso. Sin esperar entre sin ser invitado, y la escena que vi me rompió el corazón, Bella yacía desplomada en el suelo con su hermoso rostro bañado por esas indeseables lágrimas.

Me tiré a su lado, y la abracé… la abracé como si mi vida dependiera de ello. Ella trataba de apartarme pero yo no la dejaba. Le comencé a rogar a implorar que me perdonara, que había sido un estúpido, un imbécil…

-¡Edward vete! – decía ella apartándome mientras trataba de levantarse.

-No Bella por favor. Escúchame… yo me dejé llevar… estaba…

-¿Estabas qué? – gritó ella – ¡Maldición Edward! Tu y tus malditas inseguridades me tienen harta.

-Bella perdóname… soy un condenado imbécil… yo, me cegué de la ira cuando supe de lo tuyo con ese… ese…

-Tiene nombre Edward… - dijo dirigiéndose a la puerta para abrirla- y sí, eres un imbécil – dijo sin mirarme esperando a que yo saliera. Yo me levante a duras penas y me dispuse a salir, pero antes me detuve frente a ella.

-Bella perdóname – le susurré tomándole el rostro – Bella… - dije perdiéndome en ese mar de chocolate.

-No Edward – dijo volteando su rostro- yo estoy con Jacob… yo… - pude sentirla vacilar, y cuando dijo esas palabras me sentí desesperado, la estaba perdiendo y no quería… y sin contenerme la bese.

-Jacob – dije con rabia – por qué él…

-Cómo que por qué él… yo lo… yo …

-¿Lo quieres? – dije frustrado – ¿DIME LO QUIERES? – dije acorralándola contra la puerta, mientras golpeaba la pared con mi puño.

-ESO QUE DIABLOS IMPORTA EDWARD – dijo Bella…

-¡CARAJO QUE SÍ IMPORTA! – grite.

Bella POV

-¡PUES SÍ!… LO QUIERO – dije mirándolo con cólera – ¿CONTENTO?
¡
Dios! Que diablos había hecho… la cara de Ed paso de la furia a la tristeza en un abrir y cerrar de ojos. Poco a poco se fue alejando de mí, sin romper la conexión de nuestras miradas. Estaba dolido, estaba triste. Y mi mundo se vino a bajo, cuando una lágrima solitaria comenzó a correr por su mejilla. Retrocedió hasta recostarse en la pared más alejada frente a mí, para luego dejarse caer con la vista perdida…

Y yo ya no aguante más… corrí y me arrodillé a su altura. Sostuve su rostro entre mis manos y lo bese. Ni siquiera sabía por qué lo hacía. Sólo quería terminar con su dolor. Quería limpiar con mis besos el sufrimiento que le estaba causando.

El me apartó a duras penas y yo me sentí ofendida… al ver mi reacción lo supo y me levanto del suelo en medio de un fogoso abrazo. Me volteó hasta tenerme recostada contra la pared y me besó. Me beso con furia, con desesperación.

Sus manos se movían ávidas por mis costados mientas las mías se iban a su cabello para comenzar a jalarlo suavemente enredándolo mucho más. No quería que parara… no iba a dejar que parara…

Edward POV

La separé un poco de mi sin de dejar de besarla mientras deslizaba mis manos por su cuello y rostro tratando de memorizar cada parte de su piel. Bella gimió entre mis labios y la vibración que provoco en mi boca me hizo perder la cordura. A duras penas nos movimos hasta chocar contra la cama en medio de una lucha de manos y besos. Ella comenzó a forcejear con mi camisa y aunque sabía que era probable que luego nos termináramos arrepintiendo, no tenía fuerzas para detenerla. Me separé de ella y pude ver su rostro crispado por el deseo que estaba seguro también se reflejaba en el mío.

Y la besé con urgencia recostándola sobre la cama. La bese porque necesitaba sentirla, necesitaba estar seguro que no se iría de mi lado, que Jacob nunca me la quitaría. Sus manos en mi provocaban miles de descargas por donde ella tocaba, haciéndome sentir cosas que ninguna otra mujer había conseguido. Cuando por fin me pudo despojar de mi camisa sentí la agobiante necesidad de hacer lo mismo con ella.

A duras penas la aparte, estaba sonrojada por las cantidades de emociones que estábamos sintiendo, se veía hermosa, perfecta. Baje mi rostro hasta estar a la altura de sus labios y le di un ligero beso, a lo cual ella gruño provocando que yo riera. Bese casa una de sus mejillas y luego me entretuve con su quijada y cuello. Aún sabía a sal. Pude escucharla gemir y retorcerse bajo mi cuerpo, mientras sus manos volaban a mi cinturón para comenzar a luchar con él.

Tuve que apartar sus manos y las sostuve sobre su cabeza, a lo cual ella se quejo, pero yo no le hice caso. Quería probar todo de ella, quería hacerla delirar y gritar mi nombre. No el de su estúpido novio, sino el mío. Inclinándome sobre su cuerpo la besé sin descanso, mordiendo su labio inferior para que me diera mejor acceso. Cuando nuestras lenguas hicieron contacto, me sentí en la gloria, su cavidad húmeda y dulce me llevaban a la locura.

Con una sola mano sostuve las muñecas de Bella sobre su cabeza mientras que con la otra me puse a buscar el cierre de su vestido.

-Maldito vestido – dije entre dientes…

-En el costado – me dijo ella impaciente.

Cuando por fin di con el condenado objeto, lo deslicé, tocando con mis dedos la piel expuesta a su paso mientras mi Bella gemía por más. Ella se arqueó en busca de más contacto y yo tuve que soltarla para poderle quitar la estorbosa prenda.

La imagen frente a mi me dejo sin palabras. Bella yacía frente a mí como una diosa, la luz de la luna que se abría paso por su terraza resplandeciendo sobre su piel casi desnuda, ardiente y sonrosada. Sus pechos subían y bajaban por el vaivén de su pesada respiración y su cabello se desparramaba sobre las almohadas blancas, haciéndola verse más irreal aún.

-Edward – se removió ella impaciente. Para luego jalarme hacia ella.

Bella me abrazó más fuerte contra sí, entreabriendo sus labios cuando yo la bese con ternura. Un anhelo que nunca sentí me invadió, una necesidad que iba mucho más haya de sólo poseerla, un anhelo no solo de su cuerpo, sino también de su alma. Y aquella verdad me dio de lleno, después de esto no abría vuelta a atrás. Me estaba enamorando y de nada menos que de mi mejor amiga.

La acaricie con ternura, queriendo transmitirle la verdad que había descubierto, subí mis manos a lo largo de sus piernas pasando por su pequeña prenda de encaje negro. Acariciando sus caderas a mí paso para luego detenerme bajo el inicio de sus pechos.

Bella jadeó en busca de aire cuando abandone sus labios deslizándolos ahora por su mentón hasta detenerme durante un momento en el hueco que se formaba entre su clavícula y cuello. Ella comenzó a acariciar mi espalda haciendo que los músculos de esta se tensaran aún más. Comencé a bajar mi rostro, mientras que con mis manos no dejaba de acariciar toda la piel que tuviera al alcance para cuando llegué a la altura de sus pechos me detuve para besarlos sobre la tela de encaje para luego despojarla de esta. Bella gimió cuando comencé a besar uno de sus senos mientras acariciaba el pezón del otro con una mano, haciendo que casi pierda la poca cordura que me quedaba cuando se comenzó a arquear más hacia mí. Con una de sus piernas comenzó a frotar mi entrepierna haciéndome gruñir sobre su seno, pero esta noche quería que se tratara de ella y no de mí. Así que la aparte con cuidado y seguí mi recorrido.

Comencé a dejar ligeros besos a mi paso por su vientre y ombligo mientras que una mano se introducía hasta alcanzar la zona más sensible de su feminidad. Gruño con impaciencia mientras yo jugaba con su clítoris y luego uno de mis dedos se introducía dentro de ella. Pero quería más, así que me coloqué entre sus piernas y me deshice de la única prenda que le quedaba.

-Edward – dijo cerrando las piernas al ver mis intenciones, pero yo solo esbocé una sonrisa antes de iniciar una caricia con mi lengua sobre sus muslos más cercanos.

Bella reprimió un gemido abriendo de nuevo las piernas dándome la mejor vista que hubiera tenido en toda mi vida, y sin darle tiempo a acerqué mi rostro hasta besar esa zona sensible.

Bella POV

"Me estaba besando allí" pensé en un momento de lucidez. Podía sentir su lengua moviéndose en ese punto sensible, chupando y lamiendo. Y pensé que en cualquier momento perdería la conciencia para cuando lo sentí meter un dedo y luego otro, dentro de mi cavidad para comenzar a moverlo al mismo compás de su lengua. Mientras que con su mano libre acariciaba mis pechos. Un calor abrasador iba acumulándose en todo mi cuerpo, y mi corazón se disparó de manera alarmante, y yo lo único que podía hacer era levantar mis caderas, mientras esa tensión se acumulaba en la parte baja de mi vientre. Sabía que pronto me vendría y estaba segura que Edward también se había dado cuenta porque de un momento a otro había acelerado el movimiento de sus dedos y su boca. Los temblores del orgasmo se hicieron más fuertes y me vine con una ola de sensaciones.

Sentí como Edward lamía hasta la última gota de mi flujo para luego besarme con urgencia. Sabía que él estaba tan excitado como yo, pues podía sentir su duro miembro apretado contra mi vientre… "Bueno, por lo menos ya no tiene problemas eréctiles" pensé.

Así que sin más preámbulos lo despoje de su pantalón y bóxers.

-Quiero sentirle – le dije. A lo cuál el respondió con un fogoso beso mientras entraba en mi en una sola embestida.

Ambos jadeamos ante la ola de sensaciones que eso nos embargo, y comenzamos con la danza más antigua de nuestros tiempos, dejándonos llevar por el momento.

Lo abracé con fuerza atrayéndolo más hacia mí, mientras que Ed aceleraba las embestidas sin dejar de besarme y acariciarme.

Cada vez los movimientos se hacían más fuertes, hasta que ya no pude evitar cerrar los ojos por la tormenta que se desató dentro de mí. Palabras sin sentido escaparon de sus labios y dos penetraron en mi mente… "Te Amo"… había dicho antes de que yo tocara el cielo con las manos, para luego sentir cómo descargaba dentro de mí gimiendo mi nombre.

Y sin poder soportarlo más, caí dormida en las sombras de la inconciencia…






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